miércoles, 27 de agosto de 2014

VIVE Y DÉJATE VIVIR

Siempre digo que una de las justificaciones que tengo para justificarme justificadamente del porqué abrí este blog fue para compartir cosas que había aprendio y para desahogarme...pero cuando mi ego está al acecho, la justificación más justificada es para justificar mis cambios de peso en tan poco tiempo, para decirle al mundo: ¡eh! ¡que ya sé que me he puesto como una vaca! ¡No me critiques!

Al fin y al cabo, el mensaje que hay debajo de estas palabras, a parte de ver que ahora mismo no me encuentro en mi punto de equilibrio en el que me la suda el mundo y soy yo conmigo misma y nadie más, es que la crítica me hunde.

Necesito tener un por qué de esto o de aquello para poder justificarlo todo. Para poder justificarle a la gente el por qué de mi actitud en cada momento, el por qué de mis errores.

Ahora mismo estoy justificando estas palabras que no me gustan nada hacia mi persona diciendo que no estoy en mi mejor momento, en mi equilibrio, porque lo que me gustaría estar escribiendo como otras veces es que me siento súperagusto conmigo misma, que viva mi culo bien follado, que viva la vida y que soy una tía sin complejos ni fantasmas, pero ni mucho menos es la realidad de ahora, pienso mientras intento acabarme un paquete de galletas entre náuseas y sintiéndome la persona más miserble del mundo.

Pensar, justificar mis actitudes... ¿pero justificarlas hacia mí o hacia el mundo? ¿Me desprecio más diciéndome a mi misma que vivo como un títere llevado por las neurosis de los demás o me hago responsable de mis pensamientos que van primero? ¿O quizá esa responsabilidad es demasiada para mí y prefiero seguir llorando y tragando pensando que la responsabilidad está en los demás?

¿Debo aceptar que he sido yo quien ha decidido pasar esa tarde rodeada de "manjares" que al final se convertirían en lamento? ¿Debo de aceptar y hacerme responsable de mis actos? ¿Aceptar que es una de las formas que tengo para estar un rato sin pensar? ¿Que la cabeza me va a mil por hora y que me es muy difícil desconectar con otras cosas? Quizá.

Por otra parte está el miedo de aceptar y de no hacer nada al respecto. O quizá no tengo que hacer nada al respecto. Quizá sólo tengo que seguir adelante y la vida irá dando forma a mis pensamientos. Pero a quién voy a engañar, mi cabeza no me pondrá las cosas tan fáciles.

Me siento acurrucada en una esquina de una habitación oscura mientras millones de personas me miran fíjamente con mirada acusadora y me apuntan con su dedo. Pero esa no es la realidad. La realidad es que a esas miles de personas les tengo que poner mi cara. Soy yo misma la que me acusa, la que necesita esas justificaciones para dejarse vivir, la que se apalea constantemente. ¿Hasta cuándo preciosa? ¿Hasta cuándo?

VIVE Y DÉJATE VIVIR.

sábado, 2 de agosto de 2014

¿TÚ QUÉ ERES DE BRAGA O DE TANGA?

No vas a leer más que otro post criticando a esta sUciedad en la que vivimos.

Sólo hay que ser mínimamente crítico para ver cómo nos manipulan los medios de comunicación.
El otro día estaba viendo las noticias en una cadena y decían que habían sido líderes de audiencia en este año. Acto seguido cambio de canal y justo estaban hablando de lo mismo en el otro, de que sus noticias habían sido líderes de audiencia ese año. ¿Cómo puede ser? Quizá unos estuvieran hablando de una franja de horario y otros de otra, o quizá uno mentía... Quién ha sido líder de audiencia es una tontería, al menos para mí, pero en otros casos las tonterías no lo son tanto.


Una noche, de fiesta, conocí a un chico (seguid leyendo morbosill@s... :P). Empezamos a hablar y no sé cómo llegó a un punto la conversación en la que el individuo en cuestión me pregunta: ¿Y tú qué eres, de braga o de tanga?. Mi cara debió de ser algo así O_o . De mi respuesta dependía que el chico siguiera hablando conmigo (¿cómo sois algunos tíos, no? ^^).

En mi cabeza estaba clara la respuesta ¿Cómo le iba a poder poner yo un tanga a mi culo? !Con las dimensiones que tiene! Eso era impensable, al menos para mí.

¿Y cómo he llegado yo a la conclusión en todos estos años de que mi culo no es apto para tangas?
¿Y de que no me puedo poner camisetas cortas o faldas altas? ¿O de que no me puedo hacer fotos en bikini o no puedo enseñar mi cuerpo en la playa porque no es agradable para la vista? Y mucho menos meterme corriendo al agua como en los vigilantes de la playa porque a mí me botarían más otras cosas que a Pamela Anderson sus tetas y eso es algo que no me puedo permitir.
En definitiva, de que me tengo que avergonzar de mí y esoconder porque no cumplo los criterios de inclusión y no paso el cribado al que nos somete la sociedad.

Algo que ya se sabe, que en la tele se enseñan más cuerpos delgados que gordos en una medida que no es proporcional a la realidad y que cuando algo diferente a lo que se enseña triunfa, es noticia y no por su destreza, sino por su cuerpo. Un titular sería algo así cómo: UNA GORDA TRIUNFA, además canta bien. Sólo hay que recordar a Rosa de España o a Adele.

En parte es porque se nos ha sometido a tal sumisión y a tal exclusión, que cuando enseñan algo diferente a lo del día a día llama la atención y no sólo por el morbo que ello conlleva.

Muchas de las cosas que digo he dejado de creérmelas, pero el esfuerzo que estoy inviertiendo en quitar esas ideas de mi cabeza es inhumano y me podría haber ahorrado tanto ese esfuerzo como ese sufrimiento y como algún que otro trastorno alimenticio. Y si empiezas a mirar, como yo mucha gente.

Pero de nosotros depende cambiar las cosas, así que yo propongo que nos dejemos de esconder y que nos mostremos al mundo tal y como somos, porque esa es la realidad y no la realidad sesgada que nos muestran. Existen los michelines, existen las estrías y existe la celulitis. Existen las arrugas, existen las manchas, existen los pelos y existen los granos.
Ya hay muchos movimientos como STOP gordofobia con un buen papel en la sociedad a la cual no son sólo críticas desfavorables.

Muéstrate, por ti, por esas niñas que con 13 años o menos empiezan a sumirse en el mundo de algún trastorno alimenticio y que aún no tienen razón de ser. Por la igualdad de cada ser humano, por la belleza, que está en el ojo de quien la mira y que nadie te puede decir lo que es bello y lo que no.

Porque no debería ser noticia el hecho de que el otro día me comprara un tanga con predisposición a usarlo (suena a amenaza) y esa tontería fuera un gran paso para mí.


A lo mejor la próxima foto va con el tanga, vete tú a saber...