lunes, 22 de diciembre de 2014

SI MAÑANA SE ACABARA TODO

Si me quedaran unos días de vida pensaría que es una pérdida de tiempo quedarme en casa comiendo como una cerda y vomitando como una enferma mientras lloro por lo inútil, estúpida y sola que me siento.

Pensaría que es una pérdida de tiempo culpabilizarme y machacarme hasta hacerme llagas imaginarias en mi piel que cada vez son más profundas y más difíciles de curar.

Pensaría que es una pérdida de tiempo flagelarme mientras me quedo inmóvil viendo mi vida pasar sin moverme ni un ápice. 

Pensaría que es una pérdida de tiempo quedarme inmóvil por miedo a lo que puedan pensar los demás por cada uno de los pasos que doy, o peor aún, de los pasos que no doy. 

Pensaría que es una tontería inmovilizarme por el miedo al qué dirán y no dejaría que eso marcara mi forma de actuar.

Seguramente sería fiel a lo que siente mi corazón, no pensaría tanto las cosas y actuaría más.

Dejaría de ahogarme la idea de que tengo miles de ojos en la nuca que no me dejan respirar y que me juzgan hasta chafarme como a una cucaracha que se cruza en su vida con un mocasín de la talla 45. 

Dejaría de repetir ideas obsesivas en mi cabeza que me arrancan de cuajo el saquito de autoestima que estaba llenando y que de un golpe decidí que debía vaciarlo como cenizas por un acantilado.

Seguramente empezaría a vivir, a vivir mi vida en base a mí y no a los demás. Empezaría a creer en mi intuición para después consultar con los demás y no al revés dejándome a mí para el final.

Empezaría a preguntarme más a mí misma y a escuchar cuales son mis deseos perdiendo el miedo a lo que pueda contestar mi interior. 

Quizá ese sea mi miedo ahora, preguntarme que quiero realmente, porque quizá la respuesta que voy a encontrar requeriría una gran valentía que no sé si estoy dispuesta a afrontar ahora mismo.


Al final te das cuenta de que para todo eso no hace falta que se acabe el mundo mañana, sino que se puede empezar ya mismo.

...Shine on you crazy diamond...

domingo, 16 de noviembre de 2014

FLEXIBLE

El tiempo pasa muy rápido. Medio año de mi "nueva vida" y sigo en situación de adaptación. Pero quizá esa situación no sea algo que se tenga que acabar, simplemente es la vida que va avanzando y van sucediendo cosas.

En los últimos meses he tenido momentos de tocar fondo, con la comida, bebida, sexo, drogas y rock n' roll producto del desequilibrio en el que me hallaba (me gusta la dramatización).
Me he sentido en una nube, sintiéndome mal conmigo misma pero a la vez viendo pasar la vida como si yo no formara parte de ella, sin tomarme ningún momento para contemplar las cosas y reflexionar desde mi perspectiva sana. Pero el otro día con la psicóloga (que para eso voy), me di cuenta de que tampoco había sido tan así y que estaba haciendo cosas para mí.

Estoy en una situación que no me motiva y me he sentido muy culpable por ello. Sin ganas de levantarme por las mañanas, de ir a trabajar, deseando acabar, sintiéndome perezosa por ello. Pero creo que puedo aceptar que pueden haber cosas que me gusten y otras que no, y a veces hay que relajarse un poco y aceptar el momento y no machacarse tanto.
Al decir eso así me he sentido rara. Cada día se me hace más fácil levantarme, hacer las cosas, el tiempo pasa más rápido, hasta me he sentado un rato a estudiar medio motivada. Y me he sentido muy rara porque es como que al aceptar las cosas me falta una mosca en la oreja, una de las tantas que tengo, que aún no he conseguido matar a todas. El sentimiento es casi un poco negativo porque a la vez parece que me ha vencido y he cedido, pero esa es la forma peculiar que tiene mi mente de contarme las cosas. Y tan mal no me puede ir cuando noto que cada día voy avanzando un poquito más hacia la luz.

Yo haciendo la mongui.
Y fue después cuando la psicóloga me dijo: estás intentando ser FLEXIBLE.

:O ¡Pero qué sorpresa! ¡con que eso es ser flexible! Como lo he sido muy pocas veces no sabía lo que se sentía, ¡pero al parecer es eso! Osea, ¡que estoy aprendiendo! Estoy aprendiendo a ver más colores a parte del blanco y el negro y a ser comprensiva y no tan extremista.

Pero a la vez también han sucedido cambios externos que me están ayudando como una mudanza y una estupenda compañera de piso. Algo a resaltar aquí es que puede que haya habido un cambio externo que me ayude, pero la que ha hecho que se produzca ese cambio he sido yo, así que por mucho que a veces sienta que me he abandonado, en realidad sigo luchando por intentar estar mejor cada día.

Ahora estoy mejor, llevo un tiempo sin ir por la calle pensando en lo que me iba a comprar en cada panadería que apareciera por mi camino, aceptando mis sentimientos, aceptando que puedo estar cansada y puedo dormir sin que ello signifique que soy perezosa y así no tener que callar a mi cabeza con mi droga particular. Sigo teniendo momentos, claro que sí, alguno con compensación después... pero no pasa nada, porque sé que estoy atacando el problema desde el punto exacto aunque mi cabeza me siga pidiendo que haga dietas y que me machaque cada vez que coma un trozo de bizcocho aunque no forme parte de un atracón, es muy normal después de tantos años, las cosas no cambian de la noche a la mañana.
Sigue sin venirme el abrigo del año pasado, pero ¿y qué? me he comprado otro,jaja. No tengo por qué sufrir por ello (ohhh por qué? por qué a mí? qué le he hecho yo a este mundo para merecer esto?) y ser tan tremendista y victimista como siempre. ¡Puedes seguir haciendo las mismas cosas aunque no te venga ese abrigo mujer!  ¡Sigues siendo igual de preciosa! Y cuanto más trabajes en intentar mantener tu equilibrio interno más brillo saldrá en tus ojos.
CREE EN TI.


domingo, 28 de septiembre de 2014

ES UNA CHICA SIN COMPLEJOS

"Es una chica sin complejos".
En ocasiones esta afirmación es 0% cierta, en otras el 20%, en otras el 60% o incluso a veces el 100%. Pero el que vaya del 0 al 100 en minutos o segundos, me hace pensar que quizá está más cerca del 0% de certeza.

Esto viene a que el otro día en una reunión me presentaban como a una chica muy loca sin complejos... y si hubiera escrito esto hace un par de días habría empezado diciendo: ¡CLARO! ¡PORQUE SE SUPONE QUE YO DEBERÍA TENER COMPLEJOS POR SER COMO SOY!  ¡POR ESO DEBERÍA ACTUAR DE OTRA MANERA Y DEBERÍA METERME EN UNA CUEVA Y NO SALIR!
Y estaría totalmente embebida en mi ego y me habría hecho daño con mis propias palabras, una vez más, que de hecho lo hice, porque fue lo primero que se me pasó por la cabeza.

Pero alguien me recordó lo que ya sabía pero había olvidado: Lo que dice la gente no es lo que piensa de ti sino lo que piensa de sí misma.
Quizá esa persona tenía complejos o se sentía identificada o yo qué sé... Lo que tengo claro es que pudiendo elegir qué pensar, ¿por qué no pensar lo que me haga bien a mí?


Cada uno tenemos nuestras neurosis que se acentúan en momentos de desequilibrio. Una de las mías es sentirme inferior a los demás y sentirme excluida y ese sentimiento no me pone nada fácil estar bien en una nueva situación que implica conocer de cero al 100% de gente de tu alrededor y tener que formarte una "nueva familia" y un nuevo ámbito.
Pensamiento, que junto a muchos otros, desencadena un sentiemiento que me hace llevar a cabo una acción, en ocasiones positiva para mi recuperación y en ocasiones negativa para perpetuar el sufrimiento. 

Reconocer todo esto forma parte de mi proceso de autoconocimiento, así que ningún proceso es en vano, ningún cambio inútil. Lo que te derrumba en alguna ocasión te hace más fuerte después aunque en el momento lo vivas desde un pozo en el que no ves ni hueles la luz. En esas situaciones son en las que llegas a conocerte y quizá después, conociendo tu actuar, no llegues a dejarte caer tan hondo. 

Últimamente nada me satisface, a penas tenía ganas de escribir, tengo la "creativiadad" anulada, y aquí está mi ego otra vez, justificándome por esta caca de post que a su vez menosprecia. Pero sé que volveré a contactar con mi esencia y dejaré de sabotearme, así tengo que ACEPTAR que puede haber rachas menos buenas y a no fustigarme por ello.


La foto forma parte de mi contrafobia... Si me siento mal con mi cuerpo me hago fotos desnuda, si me da vergüenza hablar inglés me voy a viajar sola y a conocer gente con la que sólo me puedo comunicar en esa lengua, si me dan miedo los cambios me mudo a una ciudad a más de 500km de casa, si tengo vergüenza de mí misma me subo a bailar a una barra americana... Así que esta foto no significa que no tenga complejos, sino que los tengo y en ocasiones me asfixian tanto que los mando a la mierda. Además de estar hasta los cojones de esta sociedad que me metió todo eso en la cabeza.
Aunque en el momento en el que paso de mi ego identificando sus pensamientos, comienzo a ver un poco más la luz.



miércoles, 27 de agosto de 2014

VIVE Y DÉJATE VIVIR

Siempre digo que una de las justificaciones que tengo para justificarme justificadamente del porqué abrí este blog fue para compartir cosas que había aprendio y para desahogarme...pero cuando mi ego está al acecho, la justificación más justificada es para justificar mis cambios de peso en tan poco tiempo, para decirle al mundo: ¡eh! ¡que ya sé que me he puesto como una vaca! ¡No me critiques!

Al fin y al cabo, el mensaje que hay debajo de estas palabras, a parte de ver que ahora mismo no me encuentro en mi punto de equilibrio en el que me la suda el mundo y soy yo conmigo misma y nadie más, es que la crítica me hunde.

Necesito tener un por qué de esto o de aquello para poder justificarlo todo. Para poder justificarle a la gente el por qué de mi actitud en cada momento, el por qué de mis errores.

Ahora mismo estoy justificando estas palabras que no me gustan nada hacia mi persona diciendo que no estoy en mi mejor momento, en mi equilibrio, porque lo que me gustaría estar escribiendo como otras veces es que me siento súperagusto conmigo misma, que viva mi culo bien follado, que viva la vida y que soy una tía sin complejos ni fantasmas, pero ni mucho menos es la realidad de ahora, pienso mientras intento acabarme un paquete de galletas entre náuseas y sintiéndome la persona más miserble del mundo.

Pensar, justificar mis actitudes... ¿pero justificarlas hacia mí o hacia el mundo? ¿Me desprecio más diciéndome a mi misma que vivo como un títere llevado por las neurosis de los demás o me hago responsable de mis pensamientos que van primero? ¿O quizá esa responsabilidad es demasiada para mí y prefiero seguir llorando y tragando pensando que la responsabilidad está en los demás?

¿Debo aceptar que he sido yo quien ha decidido pasar esa tarde rodeada de "manjares" que al final se convertirían en lamento? ¿Debo de aceptar y hacerme responsable de mis actos? ¿Aceptar que es una de las formas que tengo para estar un rato sin pensar? ¿Que la cabeza me va a mil por hora y que me es muy difícil desconectar con otras cosas? Quizá.

Por otra parte está el miedo de aceptar y de no hacer nada al respecto. O quizá no tengo que hacer nada al respecto. Quizá sólo tengo que seguir adelante y la vida irá dando forma a mis pensamientos. Pero a quién voy a engañar, mi cabeza no me pondrá las cosas tan fáciles.

Me siento acurrucada en una esquina de una habitación oscura mientras millones de personas me miran fíjamente con mirada acusadora y me apuntan con su dedo. Pero esa no es la realidad. La realidad es que a esas miles de personas les tengo que poner mi cara. Soy yo misma la que me acusa, la que necesita esas justificaciones para dejarse vivir, la que se apalea constantemente. ¿Hasta cuándo preciosa? ¿Hasta cuándo?

VIVE Y DÉJATE VIVIR.

sábado, 2 de agosto de 2014

¿TÚ QUÉ ERES DE BRAGA O DE TANGA?

No vas a leer más que otro post criticando a esta sUciedad en la que vivimos.

Sólo hay que ser mínimamente crítico para ver cómo nos manipulan los medios de comunicación.
El otro día estaba viendo las noticias en una cadena y decían que habían sido líderes de audiencia en este año. Acto seguido cambio de canal y justo estaban hablando de lo mismo en el otro, de que sus noticias habían sido líderes de audiencia ese año. ¿Cómo puede ser? Quizá unos estuvieran hablando de una franja de horario y otros de otra, o quizá uno mentía... Quién ha sido líder de audiencia es una tontería, al menos para mí, pero en otros casos las tonterías no lo son tanto.


Una noche, de fiesta, conocí a un chico (seguid leyendo morbosill@s... :P). Empezamos a hablar y no sé cómo llegó a un punto la conversación en la que el individuo en cuestión me pregunta: ¿Y tú qué eres, de braga o de tanga?. Mi cara debió de ser algo así O_o . De mi respuesta dependía que el chico siguiera hablando conmigo (¿cómo sois algunos tíos, no? ^^).

En mi cabeza estaba clara la respuesta ¿Cómo le iba a poder poner yo un tanga a mi culo? !Con las dimensiones que tiene! Eso era impensable, al menos para mí.

¿Y cómo he llegado yo a la conclusión en todos estos años de que mi culo no es apto para tangas?
¿Y de que no me puedo poner camisetas cortas o faldas altas? ¿O de que no me puedo hacer fotos en bikini o no puedo enseñar mi cuerpo en la playa porque no es agradable para la vista? Y mucho menos meterme corriendo al agua como en los vigilantes de la playa porque a mí me botarían más otras cosas que a Pamela Anderson sus tetas y eso es algo que no me puedo permitir.
En definitiva, de que me tengo que avergonzar de mí y esoconder porque no cumplo los criterios de inclusión y no paso el cribado al que nos somete la sociedad.

Algo que ya se sabe, que en la tele se enseñan más cuerpos delgados que gordos en una medida que no es proporcional a la realidad y que cuando algo diferente a lo que se enseña triunfa, es noticia y no por su destreza, sino por su cuerpo. Un titular sería algo así cómo: UNA GORDA TRIUNFA, además canta bien. Sólo hay que recordar a Rosa de España o a Adele.

En parte es porque se nos ha sometido a tal sumisión y a tal exclusión, que cuando enseñan algo diferente a lo del día a día llama la atención y no sólo por el morbo que ello conlleva.

Muchas de las cosas que digo he dejado de creérmelas, pero el esfuerzo que estoy inviertiendo en quitar esas ideas de mi cabeza es inhumano y me podría haber ahorrado tanto ese esfuerzo como ese sufrimiento y como algún que otro trastorno alimenticio. Y si empiezas a mirar, como yo mucha gente.

Pero de nosotros depende cambiar las cosas, así que yo propongo que nos dejemos de esconder y que nos mostremos al mundo tal y como somos, porque esa es la realidad y no la realidad sesgada que nos muestran. Existen los michelines, existen las estrías y existe la celulitis. Existen las arrugas, existen las manchas, existen los pelos y existen los granos.
Ya hay muchos movimientos como STOP gordofobia con un buen papel en la sociedad a la cual no son sólo críticas desfavorables.

Muéstrate, por ti, por esas niñas que con 13 años o menos empiezan a sumirse en el mundo de algún trastorno alimenticio y que aún no tienen razón de ser. Por la igualdad de cada ser humano, por la belleza, que está en el ojo de quien la mira y que nadie te puede decir lo que es bello y lo que no.

Porque no debería ser noticia el hecho de que el otro día me comprara un tanga con predisposición a usarlo (suena a amenaza) y esa tontería fuera un gran paso para mí.


A lo mejor la próxima foto va con el tanga, vete tú a saber...

lunes, 14 de julio de 2014

DESDE LA NEUROSIS

Recuerdo cuando empecé este blog.
Lo empecé porque quería compartir lo que me había estado guardando tantos años y necesitaba contar. Lo empecé viendo la necesidad de tener algo más, otro pilar que me sostuviera, una vía de desahogo, pero sobretodo lo empecé porque estaba entusiasmada por todas las cosas que estaba aprendiendo en mi proceso y las quería compartir con la gente que estuviera pasando por lo que yo, con la gente que estuviera pasando por la vida.
Estaba muy ilusionada por todos mis pasos hacia delante, era un gozo, nunca creí que pudiera llegar a contactar conmigo misma de esa manera, era una explosión dentro de mí que la necesitaba compartir.
Ahora eso no está.
¿Cómo te sientes cuándo de lo único que estabas orgullosa se ha esfumado? ¿Cómo sigues avanzando?

Me vuelvo a sentir como esa niñita acurrucada en la esquina de una habitación oscura esperando entre sollozos a que alguien venga y la levante. Que vengan y la abracen y le digan que todo ya pasó, que está bien aquí, mientras sigue llorando desconsolada.

Sí, reconozco los mecanimos de mi mente. El pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor, quedarme estancada en el pasado reviviendo los miedos, que como digo, son pasados.
Me gusta regodearme en mi sufrimiento, sentir como se me rompe el alma, lo necesito, si no ¿qué sería de mi vida?, ¿qué tipo de monotonía es esa? ¿Equilibrio? ¡Eso es de aburridos!
 Me voy al extremo, me digo cosas distorisonadas, me centro en lo negativo y tengo la necesidad de compartirlo, de ponerme en el papel de víctima a ver si así recibo el cariño que tanto está buscando mi niña.

Los reconozco y los tuve controlados por un tiempo. Sí, es cuestión de hábito el ver la luz y no centrarse en la oscuridad... es cuestión de hábito el no irse al pasado ni al futuro y centrarse en el presente. Sí, es cuestión de hábito centrarse en el cuerpo y no estar tanto en la mente, pero he perdido lo que me hacía seguir intentándolo, no sé donde está.

Estoy enajenada, estoy en mi mente, en mi mundo y me cuesta horrores volver al cuerpo.
Sí, han sido muchos cambios, todo es cuestión de tiempo bla bla bla, pero hay algo en mí que no me deja volver al cuerpo. Ojala sea sólo el tiempo.

Al final del día mi cabeza sólo me dice lo que he hecho mal, o aún peor, lo que no he hecho por miedo a hacerlo mal. Sólo me dice que me sienta mal porque los demás estarán pensando cosas horribles sobre mí, me mete miedo por el futuro en el que alguien me vendrá y me dirá que no sabe qué hago en este mundo.   

Y mientras estoy en ese mundo, fuera de mi cuerpo, la boca sólo hace que masticar mientras mi mano le mete comida. Si no lo está haciendo, la mente sólo le ordena que lo debe hacer o no la deja tranquila.

Mi adulta no es capaz de poner orden a todo esto y esta niña presente en gran parte de lo que escribo me está volviendo loca.
Mi adulta serena se ha ido de cañas y me ha dejado con la niña falta de amor y con la jueza que todo lo arregla con sentencias de muerte, cada una peor que la otra.

Mi niña espera que venga alguien a rescatarla y a cuidarla (mmm, esto me suena a película de Disney...¬¬), y ese alguien no puede ser otra que mi adulta serena (esto ya me suena mejor).
Además mi jueza la tiene acojonada y no la deja ser espontánea. La tiene todo el día con un palo en el culo metiéndole miedo y diciéndole que todo lo tiene que hacer perfecto o no la querrán. Diciéndole que más vale que no haga las cosas que no sabe porque no se puede arriesgar a fallar porque no la querrán. No puede cometer errores o la rechazarán.

Estoy esperando a que venga mi adulta serena y le diga que tiene que hacer las cosas por ella. Que le tiene que dar igual lo que los demás piensen
, al fin y al cabo la única que va a estar aquí siempre es ella misma. Si tiene que hacer algo lo tiene que hacer por ella, porque aprenda ella, porque es ella la única que le puede dar siempre la mano y levantarla. Que le diga que no es tan defectuosa como le hacen pensar, que no está por debajo de nadie. Tiene que perder el miedo a que le digan las cosas, a pre-ocuparse por las cosas que aún no han pasado.

Y entonces así volverá al punto donde estuvo. Entonces así volverá esa persona que estuvo por un tiempo falta de complejos, que hablaba desde la serenidad, desde el presente. Que emitía juicios de valor sin miedo al que dirán. Que era capaz de escuchar y sobretodo que era capaz de hablar.

Y si quería compartir lo que estaba aprendiendo... qué mejor que esto. Que hay piedras, hay obstáculos, pero de cada uno salimos con más experiencia, con más sabiduría. No todo son rosas, tienen sus espinas pero no por ello dejan de oler bien.

Estoy aquí. Recogiendo cada gota como agua de mayo. Empapándome de todo.





Estoy buscando mi luz para poder ser luz para los demás.



Todo está bien en mi mundo.





domingo, 29 de junio de 2014

DE VUELTA A LA PUBERTAD


Hacía tiempo que había dejado de sentirme así. ¿Así cómo? Así de pequeñita. Volver a sentir que la gente te mira por la calle, se ríe de ti, sentir el rechazo social... Eso es lo que siente mi niña.

Mirándolo con perspectiva sé lo que ha pasado. El hecho de sentir decontrol tanto con la comida como con diversas situaciones me ha hecho volver al pasado y sentirme otra vez aquella niña gorda que se quedaba en casa llorando porque nadie la quería y se metían con ella.

Objetivamente habré ganado 4kg estas últimas semanas. No me gusta que se me estén abriendo nuevas estrías, que la papada me vuelva a rozar con el cuello, que la ropa me quede ajustada o que haya alguna que no me pueda poner, que me rocen más las piernas, que me sienta menos ágil, que la ansiedad nuble mi vista y me paralice y no me deje hacer nada... es algo que no me hace especial ilusión, pero creo que ya no lo vivo con el mismo agobio que antes.
Sí, me crea algo de ansiedad ver que quizá se me esté VOLVIENDO a ir de las manos, pero lo que realmente me preocupa es que me estoy alejando de mí.

No puede ser que 4 kg marquen mi estar bien o mi estar mal, no puede ser y me aventuraría a decir, como ya he dicho, que ya no me afecta tanto, pero el otro día tuve una llamada de atención que de verdad me ha hecho darme cuenta que me estoy perdiendo.

No puede ser que 4 kg marquen el estar gorda o el no estarlo, no puede ser que 4 kg marquen el que oiga comentarios desagradables hacia mi persona o el no oirlos, por lo que llegué a la conclusión de que algo estaba pasando en mi cabeza a parte de engordar los 4 kg en base al descontrol total que estoy teniendo estos días.

Me estoy volviendo a sabotear. No creo que esos comentarios no existieran hace 4 kg, sólo que la visión que tenía sobre mi misma era mucho más positiva. Quizá oía esos comentarios pero estaba más segura de mi valía, me importaba mucho menos lo que dijeran los demás, o quizá no me emparanoyaba pensando en que esas palabras iban para mí, por lo que la vida cambia mucho según vemos las cosas, según las queramos ver.

Sé la teoría y la estaba llevando a la práctica bastante bien, pero los cambios quizá te desvíen por donde no es y haya que volver a encontrar el camino. Ya tengo un abanico de herramientas para contraatacar y ninguna es ponerme a dieta, porque así, como siempre, sólo serían parches que se acabarán cayendo y puñales que se volverán a clavar.

Quiero volver a cerrar los ojos y respirar. Sentirme en calma. Sentir mi cuerpo, saber lo que quiere, lo que necesita. Sentir que estoy sola en el mundo, sola en el sentido de que tengo que buscar mi bienestar y que realmente a nadie le importa si me voy antes de un sitio porque me voy al gimnasio o si no me quiero tomar una cerveza porque no me apetece, y por mucho que parezca que le vaya a sentar mal a esa persona, en el fondo se la suda si yo me la tomo, sólo es su forma de no sentirse sólo.

Quiero volver a contactar conmigo, quiero volver a meditar, quiero volver a sentirme bien en mí, a no tener que recurrir a la comida para transportarme a otro hipotético e idílico mundo que no existe. Quiero volver a saber disfrutar de las cosas, a hacerlas con calma, con atención. Quiero dejar de vivir sin estar viviendo, quiero vivir mientras esté viva.


No pasa nada, se vuelve a empezar. Nada como volver a donde no quieres estar para ver de verdad lo que no quieres para ti.

jueves, 12 de junio de 2014

CARTA A MI EGO

               No vales. No sirves para esto. No sabes hacer nada bien. Eres tonta. Lo vas a hacer mal. No sabes tomar decisiones. Los demás saben, tú no. Eres peor que los demás. Lo estás haciendo mal. Vas a cagarla. Vas a quedar mal. Te van a mandar a la mierda. Vas a hacer el ridículo. No vas a saber salir del paso. Necesitas ayuda, pero pedirla es de débiles. Si no sabes hacerlo no lo hagas, te equivocarás. Te van a decir que no te esfuerzas lo suficiente. Te van a juzgar.

BASTA. STOP.

Es algo que oigo. Cierro lo ojos y lo siento en lo más profundo de mi ser. Abro los ojos y no hay nadie alrededor que me lo esté diciendo.Vuelvo a cerrar lo ojos, me tapo los oído y aún así sigo oyéndolo. ¿Cómo puede ser? ¿Quién me machaca? ¿Quién quiere destruirme de esa manera?

:O ¡oh vaya! ¡Si a ti ya te conozco! Estuvimos unidos durante mucho tiempo. Algún día creí que eras yo intrínsecamente, que formabas parte de mí o que más bien eras mi todo. Hoy ya te sé detectar, y aunque esté a nada de volverme a creer esas palabras que sepas que no podrás conmigo.
Te conozco, sé lo que pretendes. Quieres infravalorarme, quieres quitarme el autoestima que tanto me ha costado y me está costando recoger.

Quieres que vaya con mi actitud de víctima que tan bien me salía, con la que me enseñaste que iba a conseguir las cosas, pero nunca fue así, así nunca conseguí nada, sólo sufrimiento. Me engañaste, tardé tiempo en darme cuenta, y quizá te vuelvas a colar alguna vez más, pero ya te conozco y sé que no me ayudas.
...

Al cambiar de vida y empezar las cosas de cero, he vuelto a contactar con "mi parte primitiva". Ha vuelto mi forma conocida de pensar y actuar, la de antes.
El trabajo que había conseguido hasta ahora tampoco ha sido en vano, si no, no estaría escribiendo este post porque me habría dejado llevar por lo que me dice mi ego, me lo habría creído completamente. No es que le de la espalda totalmente, ojala, pero sí que lucharé todo lo que pueda por intentar dársela lo máximo posible.

Me he dejado llevar un poco, sí. En mi anterior situación lo tenía más dominado, pero al cambiar de entorno tengo que volver a coger ese hábito en este nuevo contexto.
Dejar crecer a mi ego en mi cabeza no me hace más que querer anestesiarme y querer que se calle de una p*** vez. ¿Y cuál es mi vía fácil para relentizar esos pensamientos y quedarme en un sueño profundo donde ninguno de ellos me moleste? ¡La comida!

A partir de aquí tengo 3 opociones según el punto en el que me encuentre:

      1. Entrenar a la mente para dejar de tener esos pensamientos, detectar a mi ego y mandarlo a tomar viento. La meditación es ideal para estos casos. También el hecho de pensar: ¿y si me fuera totalmente imposible tener esos pensamientos en la cabeza?¿y si fuera a pensarlos y hubiera algún mecanismo que me impidiera tenerlos en mi mente? Alguna vez pensar eso funciona.

     2. Si ya te han  atrapado los pensamientos y tu vía de escape es el atracón, buscar otras vías diferentes y que te vayan a hacer sentir mejor. Gimnasio, llamar a alguien, salir a pasear, volver a dalre de lado a esa voz egoíca que te dice que comas y centrar tu atención en otro punto...

     3. Atracón. Si no has podido evitarlo, quizá lo necesitabas en ese momento. Hay momentos, no te culpes. Es tu vía de escape. Podrás controlarlo en otro momento, estás trabajando en ello. Este momento comparado con toda una vida no es nada. Eres fuerte, poco a poco irás cambiando tu "vía de escape", incluso puede que haya algún momento en el que no la necesites. Eres fuerte.

No adelantarse a los acontecimientos. El futuro no exite aún, no lo crees tú con tu mente y menos si es tu ego quien la rige.

Por más que mi ego intente crecer, yo sigo siendo esencia pura. Sigo teniendo la fuerza en mi interior, sigo siendo luz y quiero dejarle rienda suelta para que brille, y así lo hará.
Soy esencia pura.




miércoles, 28 de mayo de 2014

SI SÓLO ESTUVIERA GORDA...

El otro día salió el tema: y encima se creen que soy una superficial por mi obsesión con el peso.

Como ya he dicho otras veces, es fácil caer en esta obsesión a parte de por la sociedad en la que vivimos, por la capacidad que podemos tener la gente con este trastorno de coger kilos como churros.
Pero no es sólo eso. No es sólo engordar y querer tener una figura o un cuerpo de esos que dicen "10". Ojala estuviera sólo gorda y no tuviera que luchar cotra esto.

Estas últimas semanas han sido semanas de cambios y de sucesos ansiógenos que me han sacado del equilibrio al que tanto trabajo me había costado llegar. Tranquilos, sé que volveré, esta vez será más fácil, ya me sé el camino, pero me ha hecho ver otras cosas del proceso.

¿Habéis leído alguna vez la definición de TOC o Trastorno obsesivo compulsivo? La amiga wikipedia y alguna otra página pueden ayudar...
"Es un trastorno de ansiedad en el cual las personas tienen pensamientos, sentimientos, ideas, sensaciones (obsesiones) o comportamientos repetitivos e indeseables que los impulsan a hacer algo (compulsiones)." 
"El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un trastorno de ansiedad (como la agorafobia y la fobia social) caracterizado por pensamientos intrusivos, recurrentes y persistentes, que producen inquietud, aprensión, temor o preocupación, y conductas repetitivas, denominadas compulsiones dirigidas a reducir la ansiedad asociada."


El más típico y ejemplificante es la obsesión por la limpieza, el tener que limipiarse las manos 20 veces antes de hacer cualquier cosa, limpiar y limpiar o comprobar que se ha cerrado la puerta 30 veces antes de salir de casa si no el cuerpo estará intranquilo y no podrá seguir con sus tareas diarias.

Yo no tengo ni idea de si el mecanismo fisipatológico se superpone ni de si puedo comparar los procesos, pero yo estos días me he sentido totalmente en la nube de una obsesiva-colpulsiva.

No puedes estar tranquila, se te mete en la cabeza la idea de que tienes que comer, y tienes que comer. No puedes hacer nada más, te invalida, te paraliza, te descentra. No puedes seguir con lo que tienes delante, no existe nada más sino el sentimientos de que tienes que llenarte de comida. Ansiedad de no poder estar donde estás, no puedes estar con un grupo de gente porque estás inquieta, necesitas tu dosis como una yonki con el mono. Respiración superficial y tensión corporal.
Y si por algún casual decides no comer, no puedes hacer nada, sólo meter la cabeza en un agujero cual avestruz y dormir hasta el día siguiente para poder dejar de oir esos pensamientos que te están provocando ese sentimiento de angustia.

Esa sensación de descontrol te lleva a sentirte débil, pequeñita y te deja el autoestima por los suelos. Te da la sensación de que no puedes, tú no puedes, tú no sirves. Y obviamente engordarás si no compensas esos momentos. Y creedme, daba lo que fuera por sólo estar gorda y quitarme esos sentimientos de encima para siempre. Esto es hablando extremistamente... porque sé que he aprendido mucho de este problema y lo que me queda...aunque la parte positiva de esto la dejo para otro día.

Hace poco un amigo me decía: pues come y ya está.
Pues hay que diferenciar el comer y el atracón, que obviamente yo lo diferencio pero el resto del mundo mundial no, que es lo normal claro. Lo que quiero decir es que puedes comer lo que quieras cuando se te antoje, pero en esos casos no es un antojo, ni siquiera es comer, no tiene nada que ver con alimentarse ni satisfacer las necesidades dietéticas del cuerpo, esto va por otro camino, aunque a mí me haya costado también tiempo diferenciarlo y dejar de sentirme culpable cuando me comía un trozo de chocolate porque me apetecía y no sentirme culpable porque lo asociaba al momento atracón.Va por el camino de llenarse por otras deficiencias que tengas en la vida, llena los vacíos de soledad, es una forma de paralizarse y no afrontar los problemas en el momento, es una forma de anestesiarte, de calmar la ansiedad que tengas por otras causas, nada tiene que ver con que te apetezcan 6 donuts, una caja de palmeritas, 6 croissants de chocolate y un bocadillo con todo lo que pilles de la nevera y quieras conseguir el récord de metértelo todo en una hora, nada que ver.

Desde luego que estos días me he dejado llevar. Conseguí tener herramientas (como lo que escribí en esta entrada )pero necesito recogerlas y estos días no he tenido la fuerza. Conseguí tocar el centro, el equilibrio, por eso sé donde está. Pero a diferencia de años atrás, no me culpo por este patinazo porque sé que saldré de esta. No me culpo porque sé que es un momento de cambio y de que todo cambio necesita un periodo de adaptación, y yo me lo doy y me lo permito. Me doy cariño y amor y me entiendo. No vuelvo a llamarme las cosas innombrables que me hubiera dicho en otras ocasiones porque no son verdad. Me doy fuerza para seguir hacia delante, porque otra cosa no, pero tenaz soy un rato.  Y sí, hablo bien de mí, porque el periodo de criticarme ya pasó.
He engordado, engordaré, pero puedo decir que ahora es lo que menos me preocupa y me siento orgullosa de ello y sé que cuando me sienta con fuerzas me saldrán las ganas de poder rechazar un trozo de tarta o decirle que no a esa cabeza loca mía que me lleva a arrasar en el supermercado.

El peso es la consecuencia, y antaño fue un gran caballo de batalla. Ahora sé que no es la principal prioridad porque estoy cansada de poner parches y de que se caigan.
No es cuestión de peso, no es cuestión de estética, no es cuestión de superficialidad.



Y una mención a esas chicas que me hicieron pasar ese día tan especial. A Yolanda por haberlo hecho posible, a Anna, Silvia, Eva, Marteta, Shirley, Elena y en especial a Mari y Marta. Cada una con su historia y su experiencia. Gracias por compartirla conmigo. Espero que haya próximas y que se unan las que no pudieron venir porque cosas así son las que necesitamos para alimentar el alma.


TODO PASA

martes, 6 de mayo de 2014

`CAUSE EVERY LITTLE THING GONNA BE ALRIGHT



De camino al comienzo de una nueva vida y a la espera de nuevas experiencias que van a dirigir mi rumbo en la vida, no sería yo sin unas palabras. Siempre me ha gustado en algún acto señalado o simplemente cuando me apetece hacer balance, dar las gracias y emocionarme por unos minutos, creo que está plasmado en alguna entrada ya…
Siempre le he dado las gracias a toda la gente de mi alrededor, y desde luego que se merecen eso y más, pero hoy va a ser diferente. Supongo que quien me conozca no se tomará esto como un acto narcisista hacia mi persona, pero supongo, que como siempre, me tiene que dar igual :P

Ayer estaba en casa recibiendo a gente que venía a despedirme. Tod@s amig@s, gente a la que aprecio. Much@s no pudieron venir, pero recibí bastantes mensajes y llamadas de despedida.
Los miraba a tod@s y no me podía creer lo que veía. Gente de diferentes ámbitos, muchos que conozco de bastantes años, amig@s desde los 4 años… habían venido a despedirse de mí.

Entonces miré hacia atrás en el tiempo y vi a aquella chica que se sentía sola, sin amigos, que lo único que deseaba era alguien en el que poder confiar, sentir apoyo o simplemente ir al cine. Aquella a la que le daba vergüenza invitar a la gente a su cumpleaños por si acaso le decían que no y sentía el rechazo, aunque ella ya se sentía rechazada. Aquella chica que lloraba porque sólo quería amigos.
No es que fuera una marginada, pero obviamente no veía lo que tenía ni fomentaba la amistad. Si te sientes una mierda y no digna de nada, no puedes ir en búsqueda de algo que sabes (o crees en ese momento) que no te mereces.
Pero ayer estaba claro que esa época había pasado hacía mucho y que había dejado de pensar en algo que nunca había sido así.
Me sentía bien. He tenido mucho suerte con la gente que me ha tocado alrededor estos últimos años de mi vida, pero sobretodo, me tengo que reconocer el esfuerzo que he hecho para que las cosas sean así y volver, una vez más, a romper mis distorsiones.
La gente me quiere tal y como soy, no soy mala. Una persona mala no esperaría llenar su casa de gente a la que aprecia y le aprecian. No esperaría recibir tanto cariño.
Todo ha venido al empezar a sentirme digna de ello, a verme a mí con los ojos de la realidad, o por lo menos de una realidad más acertada, la que me va a hacer mejorar cada día, la que me va a hacer bien a mí. Al formar una base más firme sobre mí misma, al no confundir el autoestima con el egoísmo ni el dar con el quitarte a ti misma. Al ponerme a la altura de tod@s y no tirarme a la altura del betún.
Al cambiar la perspectiva de la vida y pensar que si algo puede ir bien, irá bien, por eso hay que vivir el presente porque lo demás irá rodado.
Tengo miedo, pero el mismo miedo que me va a hacer seguir con este pensamiento, el que me va a decir que todo va a ir bien porque yo voy a hacer que vaya bien. El que va a recibir cada buena experiencia con los brazos abiertos y las malas como aprendizaje para seguir. Y si alguna vez no es así, me entenderé y me daré tiempo para poder apreciar esas experiencias entendiendo el por qué a la larga.
No me siento sola, me siento parte de un todo, una más con una misión en la vida. He venido a aprender y a compartir lo aprendido por si puedo ayudar a alguien.
Ciudadana del mundo.

lunes, 28 de abril de 2014

SEXO


Otra vez con un título sensacionalista, pero no es exactamente de eso de lo que quiero escribir hoy. No exactamente pero sí ya que es algo que forma parte de nuestras vidas y está relacionado directamente con el cuerpo, entre otras cosas.
 
¿Cómo no hablar de ello con lo relacionado que puede llegar a estar con el complejo y con las formas de llenar el vacío que podemos llegar a tener y que no nos enseñan a llenar por nosotr@s mismos, y como no, que podemos tener l@s comedor@s compulsiv@s?

Mi primera vez fue con el nivel de conciencia reducido por unas gotas de alcohol y no fue “por amor”. Fue de la única forma que podía haber sido por ese entonces con mi forma de ver la vida y con la forma de verme a mí misma. No estaba preparada para otra cosa.

Después de llevar años diciéndome a mí misma el asco que daba, pensando que quién iba a poder tocar mi cuerpo, lleno de grasa, rechazado socialmente y, evidentemente, rechazado por mí, no iba a pasar de otra forma porque no me lo permitía a mí misma.

Ya no sólo sexo, sino abrazos, caricias, besos… Cómo algo tan deseado en algún tiempo se puede volver tan incómodo cuando se lleva a la práctica teniendo esos pensamientos presentes.

Recuerdo la primera vez que me tocaron el culo encaminado a llevar a cabo el acto sexual. Horrible. En ese momento sólo estaba pendiente de una parte de mi cuerpo, la cabeza. Esa horrible cabeza pensante. Esa que te dice lo enormemente asquerosa que eres y no deja de preguntarse por qué te están tocando si das asco. La que te hace estar en tensión y la misma que no te deja disfrutar del momento. Ahora estoy hablando de sexo, pero mi cabeza me hacía lo mismo en todos los ámbitos de la vida. 

Estoy recordando esa sensación y en otros momentos me regodearía e intentaría describirlo tal cual lo sentía, con todo su sufrimiento e intensidad, pero no me apetece sentir esa sensación ahora mismo habiendo otras miles que puedo elegir. Decir esto ahora mismo, también es fruto de mucho trabajo.

Recuerdo aún más y mejor la primera vez que me tocaron el culo y mi cabeza estaba vacía de ese pensamiento destructivo y me dejó disfrutarlo. Un momento concreto, una simple sensación que para mí supuso un largo trabajo y un gran esfuerzo, durante años diría yo. No fue ni la primera, ni la segunda, ni la tercera vez cuando me dejé sentirlo, pero valió la pena el trabajo y la espera.

Una vez ves tu cuerpo como una forma de conectarte con el medio y lo amas por su capacidad y no por su apariencia externa, no hay vuelta atrás, lo has conseguido, puedes dejarte disfrutar, fluir y utilizar tu cuerpo en tu favor, que para eso lo tenemos.

Dejas de preocuparte por la amable gravedad que afecta a la vida y amas a tus lorzas colganderas. Dejas de preocuparte por lo que piense la otra (o las otras, cada un@... ^^) persona porque ante todo piensas en ti y no estás obligando a nadie a hacer nada, así que si te lo hacen déjate disfrutar, permítetelo.

Fue muy duro también romper con las distorsiones creadas durante largos años. Tu cuerpo puede ser gordo, puede no estar aceptado socialmente y puede que no sea el tipo de cuerpo que más salga en la tele, pero no deja de ser un cuerpo, y aunque es algo que no nos debería preocupar en exceso porque a la primera persona a la que le tiene que gustar es a ti, seguro que hay a alguien que le gusta y disfruta acariciándotelo. Y realmente encontrar a alguien que simplemente haga eso es especialmente fácil, lo difícil es encontrar a alguien con el que la conexión sea total y pueda llegar más allá, pero eso te pasa a ti que eres gord@ como a ti que eres flac@, así que no valen ese tipo de excusas (y si tienes 15 años y estás llorando en tu habitación pensando que nadie te va a querer, por favor, hazle caso a mis palabras porque nadie se merece sentir eso, y supongo que no me hace falta escribir el "te lo digo por experiencia").


Esto también forma parte de las preocupaciones que rondaron mi cabeza y ocuparon un gran espacio en ella destruyéndola sin compasión y que forma parte de la vida aunque no lo hablemos tanto por las redes sociales. Así que hazte el favor y sacúdete los prejuicios hacia ti misma, quítate los complejos al igual que te quitas la ropa y disfrútalo, simpre haciéndole caso a tu esencia claro.

domingo, 13 de abril de 2014

SuCIEDAD ENFERMA


Sociedad enferma, un término que cada vez se oye más y no es de extrañar si vemos lo que está saliendo de ella.

Independientemente de la arquitectura con sus tonos grises, apagados, monótonos, edificios colosales que tapan el sol y no te remueven nada por dentro, quizá sólo indiferencia o un ¿pero qué coñ...?
Independientemente de la música chumba-chumba en la que hay que estar alcoholizad@ hasta las trancas para poder "disfrutarla" y que no es capaz de emocionar ni al más choni.
Independientemente de esas calles inmensas llenas de boutiques y centros comerciales en los que entras a la primera tienda y ya te puedes imaginar lo que hay en las demás por su sencilla línea de costura que se repite de una a otra hasta la saciedad.
Independientemente de esas modas, otras que colaboran con esta sociedad enferma (a ver si lo adivináis), es la del cuerpo 10.

Es increíble lo que nos ha hecho la sociedad. Tantos años culpándome a mi misma por avergonzarme de mi cuerpo, me odiaba por darle tanta importancia al tema del peso, por ser lo que movía cada uno de mis actos cuando se suponía que yo era una niña "hippy" y todo era paz y amor, todo era  bonito y el cuerpo simplemente era eso, un cuerpo cambiante que te conecta con el medio y te hace disfrutar de los placeres terrenales.

Pero ya es hora de dejar de culparme y ver las cosas con perspectiva. Con mi personalidad y en la sociedad que he crecido, demasiado bien he salido. Culpar a alguien o algo no sirve de nada, pero quitarse la culpa a una misma, a parte de complicado, es un gran alivio.

Se me rompe el alma cada vez que me paseo por la web y veo blogs de chicas que cuelgan fotos de otras chicas con patas de alambre, enfermas o cercanas a la enfermedad y dicen que quieren ser como ellas, que encuentran la belleza ahí. Se me rompe el alma cada vez que leo que chicas de 15 años escriben sus objetivos en la vida y son llegar a pesar 40 kilos, entonces así se verán guapas.
Se me rompe el alma ver la felicidad que entraña el bajar 1,47532 kg en la semana X y la tristeza de cuando ganan 863 gramos.
Entiendo la obsesión de ello, quizá porque lo he vivido de primera mano, por eso sé el sufrimiento que entraña y la liberación que se siente cuando te despegas un poco de esa obsesión.

¿Qué hemos hecho? ¿Qué me habéis hecho? ¿Qué estamos haciendo?

Yo he tenido épocas de medir todo lo que comía, contar minutos en la bici, mirar cada etiqueta para ver las kilocalorías, pensar cada una de las comidas como si se me fuera la vida en ello, salir a andar, correr, gimnasio, intentar ir varias veces al día lo máximo de días que pudiera en la semana... Pero eso cansa, y no porque yo sea débil o porque sea una perra o porque me vaya la comida basura, es porque, ni dándole lechuga todo el día al cuerpo ni cebándolo con hamburguesas, estás escuchando lo que realmente necesita.

Esta sociedad nos ha enseñado a que hay que hacerlo todo de cabeza. Hay que conseguir objetivos. Y tras un objetivo hay otro, y otro, porque nunca llenarán tu vacío. Al final objetivo tras objetivo te mueres y se te pasó lo más importante, vivir la vida y disfrutarla minuto a minuto.
Ha despegado nuestra mente del cuerpo y nos ha llevado a lo que hoy en día vemos y sufrimos.

 ¿Quién dicta lo que es bello? ¿Quién se lo cree? Se lo cree una niña de 12 años que en la televisión sólo ve cuerpos enclenques y operados y cree que esa es la única realidad que hay y que todo lo que se sale de ahí está mal, así que seguramente ella, esté mal también.
No nos enseñan que hay vida más allá de lo que nos muestran y no nos enseñan a buscar más allá tampoco. Sólo queda que l@s poc@s que despertemos de este sueño ayudemos a despertar a l@s demás.

Yo no promuevo hábitos de vida saludables o comer el alimento X que dice en la revista Y, yo promuevo el escuchar al cuerpo que es el que te va a decir lo que necesita, y ¿hay algo más saludable que eso?

Tampoco voy a decir que yo lo consiga siempre ( y menos con el historial que llevo) ni que una serie de pautas vengan bien en un momento para poder coger un poco el hilo del asunto, de hecho si me permito decir eso es porque he probado todo lo demás y sé que la clave está aquí, como ya dije, y lo digo con modestia (porque sé que es la clave para tod@s, y es una realidad como una casa,jaja), al menos para mí.

Aquí está mi bikini bridge  (o mountain) para este verano. Con la perspectiva de la foto está bastante conseguida la figura para lo que es la realidad... pero si tod@s usan trucos para salir más guap@s y más delgad@s en las fotos ¿no los voy a utilizar yo? jaja.

Un cuerpo tan apto y bello como cualquier otro aunque no quieran contratarme para la pasarela de los ángeles de Victoria Secret, ellos se lo pierden.

Mi cuerpo, el único que tengo, el que me acompañó y me acompañará toda la vida.
Encontraré el equilibrio para ti, de verdad cariño.


Putos estándares de belleza.

miércoles, 26 de marzo de 2014

CUANDO LA COMIDA ES MÁS QUE COMIDA


Me acabo de terminar el libro de Geneen Roth "Cuando la comida es más que comida".

Para l@s que no la conozcáis, así brevemente, Geneen Roth es una mujer estadounidense cuya relación con la comida no fue del todo sana, por decirlo finamente, hasta que vio que el camino para la curación era más espiritual que físico. Trabaja con gente comedora compulsiva y les ayuda en su proceso, a parte de haber escrito varios libros sobre el tema.

Yo no la conocía hasta que alguien la nombró en http://vivirparacomer.forogratis.es/ y decidí comprarme el libro (disponible en La casa del Libro). Es bastante fácil de leer y si crees que te puede servir no está de más echarle un vistazo.

Al princpio me costó un poco leerlo, supongo que porque empieza hablando de lo que ella ve como la raíz de este trastorno: el sentirse solo en el mundo, la necesidad de consuelo, de amor y querer llenar ese vacío, por qué no, con comida.

Este tema en mi caso lo tengo bastante obviado o negado, dentro de mi orgullo propio de que no necesito a nadie para ser feliz, que en última instancia es cierto, pero una cosa es pensarlo y decirlo,y otra diferente sentirlo de verdad. Si me ha costado tanto leerme esa parte será porque hay algo en mi interior que debería rascar y destapar aunque me niegue a verlo, que eso puede ser tema de otra entrada y de muchas sesiones de terapia,jaja.

Conforme seguía leyendo, me he dado cuenta de que mi proceso ha sido muy paralelo al suyo, cosa de la que me puedo enorgullecer. Quizá en otra época me lo habría leído y habría aprendido mucho más porque me encontraba mucho más atrás en el camino, pero ahora cada letra, cada página ya me sonaba de haberla vivido en mis propias carnes, que no son pocas. Pero siempre se aprende algo nuevo, claro.
Me ha hecho afianzarme más en mis creencias y en que estoy siguiendo el camino correcto aunque me queden montes y valles por recorrer. Creo que estoy haciendo un buen trabajo.

¡Y lo que me ha parecido tremendo ha sido lo que contaba de volver al cuerpo! ¡Como en mi anterior entrada! Que lo diga yo a lo mejor no tiene mucha fiabilidad (para mi práctica y experiencia la tiene del 100% ^^), pero si lo dice Geneen... Aquí van algunos cachitos del libro:

"Y es sólo aquí, en el presente, donde puedes tomar la decisión de comer o no comer. De ocupar tu cuerpo mientras todavía sigues respirando o vaciar tus brazos y tus piernas y pasar por la vida como si fueras una cabeza caminante".

"La adicción a la comida supone comer sin escuchar las indicaciones de tu cuerpo, a lo cual sigue que, cuando desarrollas la capacidad de desviar tu atención en dirección a tu cuerpo, te das cuenta de lo que te está indicando y estás dispuesta a escucharlo, la adicción desaparece."

"Nuestras mentes son las maestras de la culpa, pero nuestros cuerpos..., nuestros cuerpos nunca mienten. Lo cual es, por supuesto, la razón por la que tantas hemos aprendido a acallarlo al primer signo de rebelión."

"Soy consciente de que regresar a tu cuerpo después de toda la vida de estar luchando contra él, puede no resultar muy atractivo, especialmente, si es incómodo sentarse o caminar dentro de sus confines. Pero sólo por el hecho de que los regresos sean duros no significa que te pases el resto de tu vida evitándolo."

"Cuando dejas de responder a los constantes comentarios sobre tus muslos, tu valor, tu propia existencia, cuando ya no crees que nadie -especialmente, la Voz-, sepa lo que se supone que ha de suceder, sólo quedan los hechos. La respiración. El aire. La piel en contacto con la silla. La mano en el vaso. La cinturilla clavándose en la carne. Cuando te liberas -aunque sólo sea una vez- de la Voz, de repente te das cuenta de todo el tiempo que has estado creyendo que su letal dominio era tu verdadera vida."

"El antídoto para no abandonar el cuerpo es, como de costumbre, primero ser consciente de que lo has dejado y luego volver a él lentamente y con suavidad. Empieza por observar una respiración, luego otra. Sé consciente de cualquier tensión que haya en tu cuerpo. Mueve los pies. Siente la superficie de la silla en la que estás sentada o del suelo sobre el que estás de pie. "

"La obsesión finalizará cuando desees más descubrir tu verdadera naturaleza que ser fiel a tu madre y a tu padre. La obsesión terminará porque te preocuparás lo suficiente de ti como para dejar de hacerte daño con la comida. Porque te querrás lo suficiente para dejar de herirte. ¿Quién no quiere cuidar de algo que ama?"
G.Roth.

Aún me queda mucho que aprender, ¡y menos mal! Si no ¡qué aburrimiento!

domingo, 23 de marzo de 2014

LA SOLUCIÓN AL ATRACÓN


Después de este título sensacionalista, lo que quería decir es que tomar conciencia del cuerpo, en mi caso, es la clave para salir de esto.

Mi personalidad es mitad intelectual y mitad emocional.
La parte intelectual me hace estar dándole vueltas a la cabeza a todo, buscar cómos y porqués, buscar posibles causas de todo y analizar cada palabra dicha y cada hecho ocurrido , me hace estar en cualquier otro lugar menos aquí, presente en mi cuerpo.
La parte emocional la siento en el pecho y me lleva al sufrimiento. Es un torbellino que sin darme cuenta me lleva al fondo del mar, y para más hundimiento, mi parte racional e intelectual la odia porque en su intento de buscar todos sus porqués, no entiende por qué me puedo sentir así (de la forma que sea en el momento que sea) si intelectualmente no hay razones.
Supongo que esta descripción puede encajar con bastante gente.
Aquí hay un cutre-dibujo ilustrativo de lo que quiero decir.

Estas partes me llevan al desequilibrio constante ya que me falta una pata, tomar conciencia o "bajarme" al cuerpo.
Algo tan simple y que no me había percatado de ello hasta que alguien me lo dijo y creo que es la clave para evitar, o al menos reducir, el atracón.

Date cuenta de que en el momento de pleno auge (mientras tragas comida sin miramiento) estás compeltamente fuera del cuerpo. Estás llevándote la mente a otra parte, estás en pleno viaje astral mientras tu cuerpo se llena hasta reventar, porque, si estuvieras en el cuerpo, dejarías de comer.

Bajarte al cuerpo, otros lo llaman habitarlo, es estar plenamente presente. Es estar aquí y ahora, es estar disfrutando del momento. Cuando estás en el cuerpo te baja la ansiedad, desaparece, te tranquilizas, dejas de pensar, se calman los pensamientos intrusivos del tipo:"mmm...y si me como esto?", "Y ahora después de comer esto va esto otro" o simplemente los pensamientos que te crean inquietud como los que te dicen lo que tienes que hacer mañana o lo que hiciste mal ayer. Encuentras la calma y reconoces las necesidades de tu cuerpo. Si no lo has hecho ya, pruébalo.

Yo lo que hago para sentir el cuerpo es centrarme en los pies, en cómo están, en cómo apoyan al caminar. Me centro en sentir la planta sobre el zapato o el suelo, en notar la textura del calcetín, de la arena, si están fríos o calientes. Esté donde esté y con quien esté, si veo que me voy acelerando( tanto mental como físicamente) , freno la marcha y me centro en los pies.

Todo es cuestión de hábito, tanto el darse cuenta de que te estás acelerando como frenar cuando lo detectes. Algunos días lo conseguirás mejor y otros menos mejor.

También sentir cada parte de tu cuerpo, qué parte apoya en la silla, en la cama, en el suelo...
La respiración, por supuesto, también te baja al cuerpo. Sentir el aire entrando y saliendo por la nariz, y sobre todo, como baja hasta el abdomen.
Cuando hago esto en algún momento del día, me doy cuenta de que estar en la mente me ha hecho tener todo e cuerpo en tensión sin ninguna necesidad de que esté así, porque hasta la fecha no he tenido que salir huyendo por el ataque de un oso o algo así. Ya de paso intento relajar todo el cuerpo, incluyendo la mandíbula que casi siempre es la que se lleva la peor parte.

Relajar el cuerpo me es muy útil cuando voy en el coche de camino a casa, sobre todo cuando en llegar toca comer o cenar. El cuerpo está cansado y quiere llegar y comer y si no me freno, mientras preparo la comida ya me he comido lo que me tocaba y lo que no y luego sigo comiendo... Así que mientras conduzco me centro en la conducción y en calmar el cuerpo para llegar a casa tranquila, preparar la comida tranquila y comer tranquila.  A veces para tranquilizarme y bajar las pulsaciones me pongo música  (esta es la que más me ayuda) e intento ir a su ritmo mientras preparo la comida. A veces lo consigo, y otras no, pero todo es práctica.

En ocasiones es fácil bajarse al cuerpo, pero otras no tanto... sobre todo en esos momentos en los que no te sientes tan bien contigo misma y no te apetece sentirlo. No te apetece sentir tu culazo apoyado en la silla, tus michelines sobresaliento por cada costura del pantalón, tu papada colgandera... pero aquí es donde entra en juego la aceptación y el darte cuenta de que si piensas todo eso es porque ¡NO ESTÁS EN EL CUERPO! ¡Estás otra vez en la cabeza! No pasa nada, te vuelves a centrar una, dos y las veces que haga falta.

Habrá momentos en los que has conseguido estar presente la mayor parte del tiempo pero se te ha ido unos segundos y te has echado a la nevera...y entonces quieres volver a estar presente pero notas el hinchazón que te recorre el cuerpo, intentas centrarte pero la sensación que tienes en el abdomen es demasiado desagradable como para estar aquí y ahora porque no te gusta lo que hay. Aquí entra en juego otra vez la aceptación, el dejar pasar esos pensamientos de culpabilidad que si los tienes es porque sigues en la mente, y el saber que ese sentimiento y esa sensación pasarán y volverás a sentirte bien.

Creo que nuestra curación llegará en el momento en el que consigamos estar al 100% presentes para poder reconocer y hacer caso a las necesidades de nuestro cuerpo.

Comparto esto con vosotros porque es lo único directo que hasta la fecha me ha funcionado de verdad ¡y es gratis y para todos los públicos!

Como veis es como intentar meditar durante todo el día, llevar una vida zen o algo así (aún me falta mucha formación para poder hablar de esto profesionalmente,jeje).

Intentar coger este hábito no es sólo para acabar con los atracones sino que ¡te enseña a vivir! a disfrutar de cada cosa, de cada momento y de cada persona, y sobre todo, a disfrutar de ti misma.

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