miércoles, 28 de mayo de 2014

SI SÓLO ESTUVIERA GORDA...

El otro día salió el tema: y encima se creen que soy una superficial por mi obsesión con el peso.

Como ya he dicho otras veces, es fácil caer en esta obsesión a parte de por la sociedad en la que vivimos, por la capacidad que podemos tener la gente con este trastorno de coger kilos como churros.
Pero no es sólo eso. No es sólo engordar y querer tener una figura o un cuerpo de esos que dicen "10". Ojala estuviera sólo gorda y no tuviera que luchar cotra esto.

Estas últimas semanas han sido semanas de cambios y de sucesos ansiógenos que me han sacado del equilibrio al que tanto trabajo me había costado llegar. Tranquilos, sé que volveré, esta vez será más fácil, ya me sé el camino, pero me ha hecho ver otras cosas del proceso.

¿Habéis leído alguna vez la definición de TOC o Trastorno obsesivo compulsivo? La amiga wikipedia y alguna otra página pueden ayudar...
"Es un trastorno de ansiedad en el cual las personas tienen pensamientos, sentimientos, ideas, sensaciones (obsesiones) o comportamientos repetitivos e indeseables que los impulsan a hacer algo (compulsiones)." 
"El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un trastorno de ansiedad (como la agorafobia y la fobia social) caracterizado por pensamientos intrusivos, recurrentes y persistentes, que producen inquietud, aprensión, temor o preocupación, y conductas repetitivas, denominadas compulsiones dirigidas a reducir la ansiedad asociada."


El más típico y ejemplificante es la obsesión por la limpieza, el tener que limipiarse las manos 20 veces antes de hacer cualquier cosa, limpiar y limpiar o comprobar que se ha cerrado la puerta 30 veces antes de salir de casa si no el cuerpo estará intranquilo y no podrá seguir con sus tareas diarias.

Yo no tengo ni idea de si el mecanismo fisipatológico se superpone ni de si puedo comparar los procesos, pero yo estos días me he sentido totalmente en la nube de una obsesiva-colpulsiva.

No puedes estar tranquila, se te mete en la cabeza la idea de que tienes que comer, y tienes que comer. No puedes hacer nada más, te invalida, te paraliza, te descentra. No puedes seguir con lo que tienes delante, no existe nada más sino el sentimientos de que tienes que llenarte de comida. Ansiedad de no poder estar donde estás, no puedes estar con un grupo de gente porque estás inquieta, necesitas tu dosis como una yonki con el mono. Respiración superficial y tensión corporal.
Y si por algún casual decides no comer, no puedes hacer nada, sólo meter la cabeza en un agujero cual avestruz y dormir hasta el día siguiente para poder dejar de oir esos pensamientos que te están provocando ese sentimiento de angustia.

Esa sensación de descontrol te lleva a sentirte débil, pequeñita y te deja el autoestima por los suelos. Te da la sensación de que no puedes, tú no puedes, tú no sirves. Y obviamente engordarás si no compensas esos momentos. Y creedme, daba lo que fuera por sólo estar gorda y quitarme esos sentimientos de encima para siempre. Esto es hablando extremistamente... porque sé que he aprendido mucho de este problema y lo que me queda...aunque la parte positiva de esto la dejo para otro día.

Hace poco un amigo me decía: pues come y ya está.
Pues hay que diferenciar el comer y el atracón, que obviamente yo lo diferencio pero el resto del mundo mundial no, que es lo normal claro. Lo que quiero decir es que puedes comer lo que quieras cuando se te antoje, pero en esos casos no es un antojo, ni siquiera es comer, no tiene nada que ver con alimentarse ni satisfacer las necesidades dietéticas del cuerpo, esto va por otro camino, aunque a mí me haya costado también tiempo diferenciarlo y dejar de sentirme culpable cuando me comía un trozo de chocolate porque me apetecía y no sentirme culpable porque lo asociaba al momento atracón.Va por el camino de llenarse por otras deficiencias que tengas en la vida, llena los vacíos de soledad, es una forma de paralizarse y no afrontar los problemas en el momento, es una forma de anestesiarte, de calmar la ansiedad que tengas por otras causas, nada tiene que ver con que te apetezcan 6 donuts, una caja de palmeritas, 6 croissants de chocolate y un bocadillo con todo lo que pilles de la nevera y quieras conseguir el récord de metértelo todo en una hora, nada que ver.

Desde luego que estos días me he dejado llevar. Conseguí tener herramientas (como lo que escribí en esta entrada )pero necesito recogerlas y estos días no he tenido la fuerza. Conseguí tocar el centro, el equilibrio, por eso sé donde está. Pero a diferencia de años atrás, no me culpo por este patinazo porque sé que saldré de esta. No me culpo porque sé que es un momento de cambio y de que todo cambio necesita un periodo de adaptación, y yo me lo doy y me lo permito. Me doy cariño y amor y me entiendo. No vuelvo a llamarme las cosas innombrables que me hubiera dicho en otras ocasiones porque no son verdad. Me doy fuerza para seguir hacia delante, porque otra cosa no, pero tenaz soy un rato.  Y sí, hablo bien de mí, porque el periodo de criticarme ya pasó.
He engordado, engordaré, pero puedo decir que ahora es lo que menos me preocupa y me siento orgullosa de ello y sé que cuando me sienta con fuerzas me saldrán las ganas de poder rechazar un trozo de tarta o decirle que no a esa cabeza loca mía que me lleva a arrasar en el supermercado.

El peso es la consecuencia, y antaño fue un gran caballo de batalla. Ahora sé que no es la principal prioridad porque estoy cansada de poner parches y de que se caigan.
No es cuestión de peso, no es cuestión de estética, no es cuestión de superficialidad.



Y una mención a esas chicas que me hicieron pasar ese día tan especial. A Yolanda por haberlo hecho posible, a Anna, Silvia, Eva, Marteta, Shirley, Elena y en especial a Mari y Marta. Cada una con su historia y su experiencia. Gracias por compartirla conmigo. Espero que haya próximas y que se unan las que no pudieron venir porque cosas así son las que necesitamos para alimentar el alma.


TODO PASA

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