domingo, 11 de diciembre de 2016

LA SUPERACIÓN DE MIS ATRACONES

Desde la perspectiva que estoy ahora, puedo ver ciertos patrones mentales que seguía, que me hacían sufrir y que me llevaban al atracón, por lo que quiero compartirlos. 
(Estoy escribiendo esto en pasado y me está entrando cierta ansiedad/inquietud que creo saber controlar, supongo que es el miedo a que el pasado se vuelva otra vez presente, pero aunque sea así, ya tengo un camino recorrido y la experiencia siempre es sabiduría). 
Siguiendo con el tema, me doy cuenta de cosas que antes hacía o pensaba y ahora no, o viceversa, por lo que intentaré ponerles un ordena. Ahí va:  

1. PROHIBICIONES
Alimentos prohibidos, de esos que cuando estás a dieta no puedes comer, de esos que engordan, pero que además detonan la compulsión si los pruebas, por lo que decides no comerlos, y si lo haces, te llevan a un atracón. 
Esto me recuerda cuando leí uno de los libros de Geneen Roth (entrada en el blog) que decía que ella para recuperarse al principio engordó 20 kg porque llevaba siempre en su bolso unas chucherías y que se las comía a todas horas, al final, llegó el momento en que ya las tenía tan vistas que sólo las comía cuando le apetecía. 
Lo que quiero decir con esto, es que el cuerpo humano es como es y al final lo prohibido es lo que llama... Por ejemplo, para mí la pizza era un alimento prohibidísimo y que comerme unas porciones era bastante difícil... Pues quizá la primera vez que pedí pizza me la comí entera, la segunda también, pero después llegó un momento en el que la vi como una comida más y me la permití, por lo que fui capaz de poder compartir una pizza entre dos y quedarme tan a gusto. 
Hay cierta gente que hace restricción de hidratos de carbono porque es lo que les provoca compulsión, y si les viene bien estupendo, pero yo creo que las prohibiciones al final salen por alguna parte.
2. YO SOY DIFERENTE
Si yo me como una pizza a mí me engorda y al que está a mi lado no, por eso yo me tengo que pedir una ensalada cuando salga a cenar con amigos o incluso llevarme tupper al restaurante. ¡¡Ahora esto lo veo increíble!! Si hay algo que nos cuesta a veces es sentirnos NORMALES. "Es que, claro, yo no puedo". Pues sí, puedes y debes. 
Una de las cosas que más me ha costado es salir a cenar y ser UNA MÁS y luego no sentirme CULPABLE. Claro, yo era de las que salía y se pedía una ensalada, o cenaba en casa o incluso se comía disimuladamente su tupper en el bar. 
Pues cuando empecé a salir y ser una más, obviamente que no fue fácil. Me sentía mal sobretodo si en esa semana había salido un par de veces a cenar fuera o había pedido comida. Me empezada esa inquietud y esa mosca cojonera detrás de la oreja que no te deja vivir tranquila y te empieza a meter ideas: Tendrás que empezar con la dieta, estás más gorda... 
Pues os voy a decir una cosa, es verdad que engordé un poco al principio, pero ahora, aunque mi cabeza a veces se pone en mi contra y me sigue llamando gorda glotona y metiéndome ideas como que el lunes debo empezar la dieta... cuando he comparado los pesos entre varias semanas (no con mi báscula, porque no tengo) ¡no he engordado nada! 
Al final siempre engorda más varios atracones por semana que permitirte comer fuera.
3. PERFECCIONISMO - Metas muy altas
Obviamente yo no soy perfeccionista... sólo me lo dice la gente que me conoce...jaja. 
Metas altas que si no llegas a alcanzar te culpabilizas (ya estamos otra vez con la culpa). Si me apuntaba al gimnasio tenía que ir la mayoría de veces por semana que pudiera o estaba mal... Al final como no podía ir 3-4 veces por semana en mi nueva vida de médico residente, a la cual me tenía que adapatar, me lo dejé porque sólo era otra fuente de culpabilidad.
Ahora voy a yoga, procuro mínimo una vez a la semana, si no voy, no pasa nada, pero el cuerpo me lo pide, y así lo voy consiguiendo. Además después lo que salga, alguna caminata, invitaciones al gimnasio :) etc.
4. COMPARACIÓN
Es que hay compañerxs mixs que van más asiduamente al gimnasio, salen a correr, hacen ejercicio en casa... Puede ser, también los hay que no hacen nada y luego no te comparas. 
Yo busco la mejor versión de mi misma, y si a mí ahora me viene bien ir a yoga 5 veces al mes, pues estupendo, mejor es eso que nada. En otro tiempo otro gallo cantará. 
5.FUTURO
Estar en el futuro... con lo que está de moda vivir en el momento presente, aquí y ahora, el mindfulness... Si está de moda es por algo, y porque es la solución a todos los males :) Gran herramienta para vencer a la ANSIEDAD, que al final lo que la crea es irse al futuro donde se sienten los miedos e irse al pasado. Hace un par de años escribí algo sobre esto aquí. 
Irse al futuro también nos ayuda a quitarnos la carga de la culpabilidad en ocasiones. Me como el paquete de galletas y el lunes ya me pondré a dieta... Estás evitando sentirse culpable, pero cuando llegue el lunes y por diversas cuestiones no hayas podido comer todo el día lechuga... la culpabilidad que has evitado en ese momento volverá a ti multiplicada. Siempre será mejor elegir comerte un Donut como merienda, saborearlo y disfrutarlo y dejar la culpa a un lado. 
Como he dicho antes, dejar la culpa será cuestión de ir practicando y de darte una palmadita en la espalda de vez en cuando.  
6.SENTIMIENTO DE SOLEDAD.
Creo que es algo bastante común en las que vivimos el trastorno y el más difícil de llenar. 
Vacío interior, estar colgando en un precipicio donde nadie te viene a buscar, sentirse sola en el mundo aunque estés rodeada de gente... Creo que ese sentimiento ha sido el que más veces a precipitado mi atracón. 
¿Por qué tengo ese sentimiento? ¿Por algo que no me dieron de pequeña? Por más vueltas que le de y por más responsables que busque no me llenarán el vacío, el vacío sólo se llena trabajando con una misma, conociéndose y queriéndose. Suena al mismo rollo de siempre, pero es un rollo cierto. 
Recuerdo un momento que tuve en el que me acababa de comer una tableta de chocolate yo sola y me sentía fatal y culpable, entonces vino alguien, me abrazó y me dijo "No pasa nada" y me puse llorar. En ese momento me sentí una niña de 5 años que necesitaban que le dijeran justo eso, que no pasaba nada y que todo iba a salir bien, que seguía siendo la misma niña de siempre y que no la iban a dejar de querer por eso. Creo que si llegara el punto en el que yo misma me pudiera decir eso, ya estaría todo hecho. 
Ahora tengo a mi lado a alguien que no me hace sentir sola aunque no esté y eso, para que engañarnos, me ha traído estabilidad mental. No quiero volcar mi estabilidad en nadie por lo que tengo que seguir trabajando en fortalecer mis cimientos. 


Ninguna dieta te va a ayudar a tener un buena relación con la comida, pero eso es algo que cada unx tiene que ir viendo en su proceso y al final hasta que no nos caemos del burro unas cuantas veces, no lo pondremos a prueba.  
Primero hay que sanarse por dentro para que se vea el cambio por fuera. 

jueves, 1 de septiembre de 2016

MI COLITIS Y YO

He visto que por Instagram hay una campaña dando vueltas para visibilizar las enfermedades inflamatorias intestinales (EII) (ver wikipedia para más información xD). Yo la verdad llevo varios días pensando en ello porque me está dando un poco la lata y porque siempre he pasado un poco de ella pero creo que me marcó por el momento en el que me apareció y dice mucho de mi personalidad.

Yo tenía 15 años cuando empecé con síntomas (adolescencia pura, niña gorda, baja autoestima, estrés mental, bla, bla). Dolor de barriga primero, retortijones muy fuertes, diarrea y sangre más tarde. Después de comer el dolor era insoportable, ganas de ir al baño cada 5 minutos. Me pasé un año sin poder dormir por la noche porque me despertaba mínimo cada media hora para ir al baño. Intentaba ser silenciosa y sólo tiraba una vez de la cadena por la mañana (una vez recogida la mierda de toda la noche) para que mis padres no se enteraran. Dormía boca-arriba incorporada o de lado con un cojín sujetándome la barriga para no notar tanto dolor.
Cuando me bajaba la regla ahí sí que era insoportable con cada retortijón se me saltaban las lágrimas, me encogía de dolor, intentando siempre disimular cuando había gente delante para que nadie supiera lo que estaba pasando.

Y cómo no, mis atracones en esa época ya estaban presentes... y ni mucho menos desaparecieron. Una enfermedad sobre otra. No podía parar de comer, sentirme mal me hacía comer más y sentirme peor, así que cuando llegaba a casa del instituto, comía ingentes cantidades de comida y me pasaba la tarde con dolor y yendo al baño. Aún no sé cómo me puede sacar el curso.

Yo ya era una persona con muy baja autoestima en esa época, ya me tragaba todo y no me tenía en cuenta para nada, y tener esta enfermedad en aquella época hizo que me recluyera aún más en casa y que no salía los fines de semana, ya que iba a necesitar un baño cada poco rato y no sólo para hacer pipí... si no para tirarme esos peos que salen acompañados de sangre y moco y con un poco de caca, precediéndoles antes un retortijón que me iba a hacer retorcerme, sudar y tener ganas de que el mundo se acabase.

Y así pasó un año entero, callada como una fruta. Intentando hacer ver que estaba bien cuando no podía más, cuando mi cuerpo se iba anemizando e iba perdiendo fuerzas. Perdí algún kilo aún así, qué suerte...

¿Y como me lo diagnosticaron? Con una analítica. Tenía anemia, hasta 8'7 gr/dl de hemoglobina cuando las previas eran de 12, 13... La médico me preguntaba y yo LO NEGABA todo. Reglas muy abundantes tendré... no sé. ¿Y por qué hacía esto? No lo sé. Me daba miedo ver a mi madre sufrir, aunque luego me di cuenta de que no le puedes arrebatar el sufrimiento a una madre así porque sí. Por vergüenza quizá... el tema de hacer caca siempre ha sido un poco tabú xD
Me hicieron sangre oculta en heces, que no hacía falta porque a sangre se veía a una legua, pero como yo lo negaba...
Y finalmente colonoscopia y derivación urgente a digestivo. MÉDICOS ENDOSCOPISTAS: NI SE OS OCURRA HACER UNA COLONOSCOPIA MÁS SIN SEDACIÓN. Yo por suerte sólo me llevé dos sin sedación, que no pudieron acabar por dolor, eso sí que es el peor dolor de regla que te puedes imaginar, no sé si como un parto... pero pf... quizá porque en ese momento tenía mucha actividad.

En un primer momento me diagnosticaron de Colitis Ulcerosa, diagnóstico que ha ido variando entre Crohn, indeterminada... Mis padres quisieron pedir una segunda opinión para su hijita y me llevaron a un centro privado, en contra de mi voluntad, donde me pidieron un coprocultivo que tuvieron que pagar y que fue normal. El médico privado dijo que le parecía bien el tratamiento que me habían puesto.

Empezaron con Mesalzina que me fue bien pero no del todo, así que vinieron varias tandas de Corticoides, que iban bien, pero al retirarlos volvía, corticodependiente me decían que me había vuelto. Durante este tiempo se me cayó el pelo, por la anemia digo yo, y engordé más y se me quedó cara de luna típica de los corticoides.
Estaba gorda y encima calva, parecía una bola de billar. Después empezó a crecerme todo el pelo de golpe, era mi época papagayo como yo le he llamado siempre. El 10% de pelo lo llevaba por la oreja y el 90% empezó a crecer hacía arriba, pasaron unos meses hasta que se igualó.

Después de un año de universidad, seguía sin controlarla y me ingresaron justo antes de los exámenes de septiembre. Me habían quedado 3 y cuando supe que me iban a ingresar me puse a llorar como una magdalena ¡¡yo tenía que estudiar para aprobar!! ¡¡Mis estudios antes que mi salud!! Ahí mi lado perfeccionista causante de mi colitis aflorando... Durante ese verano había tenido episcleritis en ambos ojos, abundantes eritemas nodosos que en ambas piernas que al principio me dijeron que eran picaduras... luego ya me explicaron que son efectos sistémicos de la enfermedad, que como estudiante de primero de medicina no conocía.
En fin, me ingresaron para hacerme varias pruebas aunque yo decía que estaba estupenda. Me añadieron al tratamiento Azatioprina pero la vomitaba. Me costó darme cuenta la relación causal hasta que vi que cuando me la tomaba vomitaba y que cuando la descuidaba no xD. Entonces me cambiaron por Mercaptopurina.

Y bueno, de la actualidad no me gusta hablar porque al final todo se sabe.

Tengo suerte (toco madera) porque yo no he ido mucho más allá y por ahora se mantiene.
Sé que no soy culpable de esta enfermedad, pero sí creo que ciertas personalidades pueden estar más propensas.
Tuve una época de empezar a encontrarme mucho mejor y fue a raíz de empezar a trabajar conmigo misma, a conocerme, a quererme, a no culpabilizarme tanto, a darme un espacio para mí, a sacar mis sentimientos, mis opiniones, a tenerme en cuenta...

Espero que puede reemprender el camino y volver a darle luz.

#visibilidadEII

lunes, 2 de mayo de 2016

ETIQUETA DE COMEDORA COMPULSIVA

Cuanto tiempo sin pasar por aquí... ya casi ni me reconozco con mi etiqueta de comedora compulsiva. ¿Es bueno? Supongo.
Es cierto que he aprendido en la mayoría de ocasiones a no sentirme culpable cada vez que salgo a comer de casa, a no sentirme culpable si no elijo la opción más "healthy".
Hace tiempo que no me doy atracones, sí que es verdad que alguna vez una bolsa de patatas me como, un paquete de galletas en una sentada... pero no me quedo inmersa en el sufrimiento (en la mayoría de ocasiones), por lo que para mí, no es un atracón. Tampoco hago intentos de vomitar o de restringir. Es verdad que me paso comiendo, pero sobretodo lo hago cuando estoy con gente, no a solas.
Está claro que mi relación de la comida aún no es 100% sana y sigo lanzando comentarios patológicos al aire, sobretodo con mi cuerpo. Me preocupo menos por lo que puedan decir, me envío menos mensajes de asco interior... pero tampoco me digo muy a menudo que me quiero ni me gusto.
Es verdad que no me cuido mucho últimamente y que debería mimarme más, pero es verdad que antes estaba igual y me culpabilizaba más y me clavaba puñales innecesarios. Es verdad que me sigue faltando motivación para cuidarme, pero tampoco puedo hacer todo de una pasada. Estoy mejor que hace un año que fue cuando empecé a tomarme antidepresivos, así que poco a poco.

¿Y qué ha pasado para que me empiece a quitar la etiqueta? Quizá que he centrado mi cabeza en otras preocupaciones, que no son mejores la verdad... pero es verdad que poco a poco me he ido sacando del agujero en el que estaba hace un año o así. Hay muchas cosas por las que no me siento bien y hoy en día no puedo decir que soy feliz, pero sí que tengo mucho menos sufrimiento encima, y lo noto.

Cuando te metes en el círculo vicioso del sufrimiento... es como intentar andar con una roca de mil toneladas atada al cuello cada día. Muchas veces me pregunto como he podido vivir así, era insoportable el maltrato al que me tenía sometida, aunque persista alguna sombra.
Los pensamientos obsesivos y repetitivos de mi cabeza se van extinguiendo poco a poco, espero que algún día me dejen totalmente en paz y pueda volar libre.

Aún me quedan muchas cosas con las que trabajar de mí, ¡pero no se puede vivir en un día!

Siento que esa montaña rusa en la que estaba subida ha llegado a una parte plana... tanto para el sufrimiento como para la euforia... cosa que está bien, pero conociéndome sé que mi ego necesita acción y le cuesta mantenerse estable y buscará cualquier piedra en el camino para alimentarse de ella... pero mi papel ahora es pasar la piedra y dejarla donde la tenga que dejar.

Ahora mismo la verdad que estoy un poco perdida y no sé hacia dónde quiero dirigir mi vida, pero quizá, si la dejo fluir, todo saldrá sólo...

El otro día un amigo me dijo que desde que me conoce todo me sale bien... y echando la vista atrás... quizá tengo menos razones de las que creo para tener tormentas en mi cabeza.