domingo, 4 de enero de 2015

2014, CAMBIO RADICAL

No puedo ser yo si no hago un balance del año, y ese ya lo hice el otro día en el tren, sólo que me dejé el portátil y alguien amablemente se lo quedó como regalo de Navidad. Que lo disfrute.
Empecé dividiendo el año anterior en tres. La primera parte antes de la oposición, la segunda después y la tercera cuando empecé la residencia, pero realmente la primera y la segunda no las recuerdo con claridad y parece que forman parte de otra vida, de un pasado muy lejano.

Siempre que he hecho un balance lo he hecho con ilusión, viendo lo mal que lo había pasado y viendo lo bien que estaba en ese momento, pero me temo que en este no va a ser así.

Supongo que el problema ha sido crearme un mundo futuro ficticio en mi cabeza donde todo era maravilloso, calma, paz... pero me temo amiga mía, que eso no es la vida real. Sabemos que las situaciones son diferentes según tú las afrontes, pero eso es, hay situaciones, en la vida pasan cosas, no todo es quietud, acinesia... hay movimiento, porque sin movimiento la vida no avanza, no creces, no aprendes... Porque es NORMAL tener malos y buenos momentos, es NORMAL estar mal, no por ello vales menos o eres una amargada o una infeliz... pero como YO SOY de extremos, pues ya se sabe...

En el 2014 he tomado decisiones que han marcado rumbo a mi vida, aunque supongo que eso lo hacemos día a día sin comernos tanto la cabeza,pero ya se sabe YO SOY mental.
En el 2014 han florecido y reflorecido todas las inseguridades, las que tenía controladas y las que no sabía que existían, pero creo que esas son las consecuencias de VIVIR, eso significa que estoy viva, que me afronto a la vida, de mejor o peor forma, de la forma que sé hasta ahora, porque sabéis, a mí ni a nadie nos ha enseñado a vivir, nadie nos han dado el protocolo de la vida, el algoritmo que nos asegura que haciendo X vamos a llegar a Y, pero al parecer sí que he aprendido que me tengo que flagelar por ser diferente y hacer las cosas diferentes o por no hacerlas como yo creo que SE TIENEN que hacer.

En el 2014 me ha vuelto a ganar el ego, sé que lo que digo con ironía, "enfadada", es producto de él y de como me cuenta que tiene que ser la vida y de como SOY YO.
Pero en ocasiones tengo momentos de lucidez, son pocos y ahora creo que no es uno de ellos.
La base, sé cual es la base y que en algún momento me reiré de esto.

El balance no es que he ganado 10 kg, el balance es que me he desconectado de mí, me he vuelto a identificar con el ego, he vuelto a infravalorarme, he vuelto a autosabotearme por creerme las palabras de mi ego, he perdido la sonrisa que tenía, me ha cambiado la cara por completo, he apagado mi luz y ahora sólo huele a humo y chamusquina. Y eso no me gusta. No me gusta vibrar en ese plano porque eso sólo atrae cosas con la misma energía y me da miedo seguir así y perpetuarlo yo misma. Necesito un gran salto cuántico y no sé cómo hacerlo. Una parte de mí sigue esperando que venga alguien a salvarme y sigue sin valorar la fuerza que hay dentro de mí.
A veces cierro los ojos y consigo volver a sentirla, pero la mayoría de las veces se me olvida. Pero esto sólo depende de mí, es una cosa entre mí y yo misma y por más que llore o perpetúe mi rol de víctima, nadie me va a sacar de donde estoy.
Porque como siempre acabo diciendo, soy esencia pura aunque mi ego quiera ganar la batalla, aunque me haga creer que ya no quede nada dentro de mí que pueda valer la pena, seguiré luchando por mantener mis pies en el suelo cueste lo que cueste, porque soy una persona en este mundo y también tengo mi lugar.

Feliz año 2015.