Este blog comenzó siendo un confesionario donde compartía mi camino de la mano del trastorno por atracón. Ahora, lejos de cumplir los criterios del DSM-V, sigo compartiendo mi proceso. Soy médica de familia pero mi proceso ha hecho que quiera darle otro enfoque a mi profesión, por lo que sigo formándome para poder ser psicoterapeuta y poder compartir lo que tanto me ayudó. *ATENCIÓN*: En este blog hay cosas escritas de hace muchos años teñidas por mi propia gordofobia. Sigo deconstruyéndome.
miércoles, 26 de febrero de 2014
¿QUÉ TAL?
"Nuestra conducta también es un factor a tener en cuenta para evaluar nuestra autoestima. Hemos analizado cómo la baja autoestima genera comportamientos de gran dependencia, y no sólo de las drogas o el alcohol: un elevado número de seres humanos son dependientes de la comida o el trabajo, o de los juegos de azar.
Toda conducta compulsiva generada alrededor de una idea fija mantiene una pobre y negativa autoestima."
W. Dresel.
-¿Qué tal?
-Bueno... un poco chof...
-¿Y eso?¿Por qué?
-Pues nada, que me he comido una caja de galletas, he acabado con las demás existencias de dulces de mi casa y ahora voy a por el salado. Y me doy asco y me siento como una mierda porque en mi cabeza no cabe otra cosa que seguir comiendo y seguir sintiéndome como una mierda, y seguir comiendo...
Mmmm... no me parece una respuesta convincente. ¿Es socialmente aceptado sentirse mal por eso? No sé... la gente te puede comprender si te sientes mal porque te deja el novio, porque hayas suspendido un examen, porque se haya muerto alguien cercano, por algún suceso trágico... Es mucho más fácil de explicar y supongo que de entender por parte de los demás, y al parecer, por mi parte también.
Pero, ¿y por qué esa necesidad de que me entiendan y de que no me juzguen? ¿Por qué esa necesidad de recurrir al papel de víctima en busca de cariño? Sé que ese papel lo adopto sólo en las ocasiones en las que me desequilibro, pero esos momentos también son parte de mi vida y no son momentos precisamente agradables.
Hacía tiempo que no me sentía así. Llorando y tapándome la cara cada que me miro al espejo. Lavándome los dientes mirando al suelo por no cruzar mi mirada con esa persona asquerosa del espejo. Aunque por lo menos me lavo los dientes... porque en estos momentos te puedes dar tanto asco que llegas a un punto de descuidar tu higiene personal para alcanzar tu propio récord Guinness de asquerosidad. Porque en esos momentos es duro ver tu rollizo cuerpo desnudo a punto de explotar, es duro ver cómo te odias, cómo creas tu propio odio hacia tu persona.
Es duro ver cómo todo el trabajo que has estado haciendo contigo cae por la borda en un momento, cómo sientes el fracaso fluyendo por tus venas hasta tu corazón.
Es duro ver como no puedes esconder tu barriga porque va a explotar, cómo se encorva tu espalda porque es imposible mantener una posición erguida con ese hinchazón.
Es duro ver cómo tu cuerpo te pide agua porque aumenta tu osmolaridad y te hinchas como un globo. Cómo sientes la boca seca después de haberle metido al cuerpo tanta mierda, cómo te levantas con los ojos,la cara, las manos, los pies hinchados. Es duro ver cómo tu culo crece y la ropa se va encogiendo.
Es obvio que tengo un problema, algunos lo llaman enfermedad, yo ya no sé qué es. Siempre me empeño en buscar las causas de esto, de por qué me siento así, de las circunstancias... y ahora no encuentro nada consistente, no encuentro nada socialmente aceptado que me haga sentir mal, cosa que me hace sentir más miserable si cabe. Sé que tengo mis razones, pero por el hecho de sentirme juzgada por los demás, mi corazón no las acepta.
...
Después de este berrinche creo que es hora de mirar las cosas con perspectiva.
A veces cuando caigo al fondo necesito gritar. No me gusta especialmente escribir esto, pero es como me siento en ocasiones. Porque no todo son rosas en mi cabeza.
Me esfuerzo en cambiar mi foco de atención, pero está claro que no es algo que se consiga de la noche a la mañana. Está bien ver que no todo son alegrías y flores, que caemos, pero lo importante es ver que nos levantamos y seguimos avanzando. Porque si yo caigo un millón de veces y me levanto, tú también puedes.
Cada un@ con nuestras razones, más o menos válidas para el de al lado, pero cada un@ tenemos nuestro camino recorrido y nuestra visión del mundo y nadie nos va a entender mejor que nosotr@s mism@s.
Puede que en ocasiones necesitemos un abrazo, una muestra de cariño del de al lado, pero una vez probemos nuestro propio abrazo y nuestro propio cariño, veremos que no hay nada mejor ni más duradero en el tiempo.
Una vez más, no te creas lo que te cuenta tu cabeza en estos momentos, no te dejes engañar por tu ego.
Sigues siendo preciosa.
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Pregúntate ¿Para qué?, te entiendo perfectamente, todos los abrazos posibles para ti preciosa, que siempre lo has sido y siempre lo serás!!
ResponderEliminarGracias cariño.
ResponderEliminaranimo!! te entiendo tanto
ResponderEliminarMuchísimas gracias.
EliminarDe verdad que yo también te entiendo. Así me siento ahora mismo, más que nada porque me he pasado el domingo haciendo exactamente lo que tu: comer y comer. ¡Ánimo para ti y ánimo también para mi!
ResponderEliminarUn saludo
Te leo
Muchas gracias Cristina. Espero que todo pase y sigamos avanzando. Un abrazo.
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